Son más de 25 años trabajando con personas portadoras de cuadros de difícil diagnóstico. Sin embargo, en mi experiencia personal, estos cuadros, rotulados así; nacen del desconocimiento de que cada persona, tiene su historial de vida. Ese historial es un legajo que le pertenece a cada uno. Es por ello que los padres, sufren, generalmente, de no saber, cual es el cuadro clìnico de su hijo.
Son muchos los rótulos con nombres tales como autismo, esquizofrenia, entre otros; que surgen solo como nombres, que para nosotros los especialistas; surgen como forma de clasificar según manuales diagnósticos. para expresarnos ante otro especialista, y transferir una información a modo de facilitador.
Sin embargo, en cuanto al tratamiento, resulta imprescindible, esclarecer cuales son aquellas conductas, que deben ser modificados. Estemos ante cualquier cuadro diagnóstico.
La labor nuestra, inicia cuando luego de una importante investigación sobre aquellas conductas que deben ser modificadas, pasamos a la ejecución.
Partimos de aquellas y elaboramos una estrategia en forma conjunta con los familiares.
Es cuando comienza la rehabilitación.
Esto es algo que debemos tomar en cuenta si deseamos que mejore el cuadro.
Los familiares deben conocer y participar en forma activa. Porque con la consulta del especialista y el tratamiento con el paciente, ésto por sí solo, no modifica ningún cuadro clínico
Es trabajo de todos el no estigmatizar con rótulos, y el brindar lo que es un derecho para el paciente
La rehabilitación.

Psic Elsa J Barrales